ROMANOS 14: NUESTRO DEBER HACIA LOS HERMANOS DÉBILES.
¿Quiénes son los débiles en la fe? Son aquellos cristianos cuya fe está muy determinada por asuntos legales o costumbres que no inciden en los aspectos fundamentales de la doctrina. Por ejemplo: ¿es lícito a un cristiano beber vino o alcohol? ¿es correcto asistir a cultos de otras iglesias o religiones? ¿es pecado comer carne de cerdo? ¿está bien trabajar en día de descanso? ¿puede bailar un cristiano? etc. etc.
Este problema también lo tenían algunos cristianos de aquella época.
El Apóstol se considera de criterio amplio, no es un "débil en la fe", y aconseja: "1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones."
Su primer consejo es no contender sobre opiniones.
El segundo consejo es no menospreciar al que piensa distinto
Luego va más lejos, instando a no juzgar
Finalmente "10 ... todos compareceremos ante el tribunal de Cristo" y daremos cuenta de nuestra actuación: "12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí." La norma ha de ser
La comida no es inmunda en sí misma, dice Pablo, "14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es." Comer o beber determinados alimentos pueden dañar la débil conciencia del hermano. Entonces, abstente de hacerlo ante él. "20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come."
Pero también puede perjudicarte a tí si dudas en hacerlo, si comes o bebes con mala conciencia "22 ... Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba./ 23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado." Cuidemos la conciencia y la fe.
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