2 TIMOTEO 3: EL MAYOR PELIGRO.
“1 También debes
saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. / 2 Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, / 3 sin afecto
natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de
lo bueno, / 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más
que de Dios, / 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de
ella; a éstos evita.”
Los editores de
la Biblia titularon este pasaje “Carácter
de los hombres en los postreros días”. El Espíritu Santo nos advierte a
través de esta carta de San Pablo lo peligrosos que serán los últimos tiempos.
El peligro que nos advierte no es físico sino espiritual. Al confrontar este
texto con la realidad que hoy vivimos podemos darnos cuenta que ya estamos
viviendo esos tiempos, una cultura blasfema, agresiva, violenta,
anti-cristiana.
El texto retrata
muy bien a las personas de la época que vivimos:
1)
Egocéntricas que
sólo se aman a sí mismas.
2)
Avaras, que no
querrán compartir sus bienes y ganancias con otros, de almas avaras.
3)
Vanidosas, basta
ver la televisión y observar los personajes vanidosos y vacíos que nos presenta
como ejemplos a seguir.
4)
Orgullosas,
carentes
de toda humildad y llenos de orgullo.
5)
Antipatriotas,
antirreligiosas, blasfemadores contra los valores
patrios, religiosos y todo lo que es bueno y edificante.
6)
Anti familia, irrespetuosos de los valores
de la familia, desobedientes a las generaciones anteriores.
7)
Ingratos,
exentos
de gratitud.
8)
Materialistas,
contrarios
a la espiritualidad y toda forma de religión.
9)
Insensibles y
sin amor.
10) Violentos y agresivos con
los de pensamiento diferente, irrespetuosos.
11) Mentirosos y murmuradores.
12) Intemperantes, sin
dominio propio frente a los vicios.
13) Malvados en sus
relaciones interpersonales.
14) Desleales, irreflexivos y
precipitados.
15) Irracionales en sus
reacciones, se dejan llevar por la pasión del momento.
16) Sensuales, gustadores de
todo lo sensual, opuestos a cualquier espiritualidad.
17) Inconsecuentes, que aparecen
como muy espirituales, pero con sus actos niegan sus palabras con una total
inconsecuencia.
Vivimos el
cumplimiento de esta profecía o advertencia del Apóstol. Asistimos a una época de corrupción en casi todas
las organizaciones y dirigentes sociales; de gobiernos dictatoriales, asesinos
y malvados; de defensa de las relaciones homosexuales; aceptación del aborto,
la eutanasia, y todo tipo de relaciones y acciones que antaño fueron
consideradas inmorales. Este es el mayor peligro que se vive hoy: La destrucción
de los valores cristianos tradicionales. Ciertamente vivimos tiempos peligrosos
para la fe. Esta puede morir y desaparecer si nosotros también pasamos a ser
esos creyentes egocéntricos, avaros, vanidosos, etc. que describe San Pablo. Roguemos
al Señor por Su Iglesia.
Comentarios
Publicar un comentario